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La miel es un fluido dulce y viscoso producido por las abejas a partir del néctar de las flores o de secreciones de partes vivas de plantas o de excreciones de insectos chupadores de plantas. Las abejas lo recogen, transforman y combinan con la enzima invertasa que contiene la saliva de las abejas y lo almacenan en los panales donde madura.
Las características físicas, químicas y organolépticas de la miel vienen determinados por el tipo de néctar que recogen las abejas.
Miel de flores: la producida por las abejas a partir del néctar de las flores. Se distinguen muchas variedades:
Monofloral: predominio del néctar de una especie. Las más usuales son de castaño, romero, Ulmo, tomillo, brezo, naranjo o azahar, tilo, acacia, eucalipto, lavanda o cantueso, zarzamora, alfalfa, etcétera.
Multifloral («varias flores»): del néctar de varias especies vegetales diferentes, y en proporciones muy variables.
De la sierra o de montaña, y del desierto (varadulce, mezquite, gatun), que son tipos especiales de mil flores. |